Altar

En mi entorno comunitario es muy tradicional el sacrificio de animales para consumo en festividades del pueblo, en especial el de los borregos para barbacoa. Para esta obra me involucré en este ritual de la barbacoa, desde la ganadería, cuidando y conviviendo con el animal que estaba próximo a ser sacrificado. Esto me llevó a cuestionar acerca de lo autoritario que es el consumo animal, ya que generalmente solo se consume su carne y el resto del animal es desechado, incluso su memoria. Por ello realicé esta pieza como un altar, utilizando la propia piel del borrego como contenedor para los huesos de este.

Esta pieza ha tenido cambios en su montaje, buscando distintos acomodos de sus componentes respecto al espacio donde es expuesta.